Thursday, August 2, 2007

PIZARNIK: HABLA DE LO QUE SABES

por Florentino Fuentes

Por más que aleguen los exégetas presunta falsedad e incluso recurrencia al plagio en la obra de Alejandra Pizarnik, nunca logran dar detalles precisos que avalen la veracidad de lo opinado. En recientes años, con la aparición en España de los Diarios, Editorial Lumen -en Buenos Aires y México es prácticamente imposible conseguir un ejemplar- daba por concluida la publicación de la obra completa pizarniana que incluye: Poesía Completa; Prosa Completa y, los ya mencionados Diarios. De este modo se pensó dar con las últimas piezas del rompecabezas que representa la poeta maldita argentina.
César Aira, quien ha llevado a cuestas dos estudios biográficos, tampoco ha sido definitivo en conclusiones: uno de sus trabajos, titulado Alejandra Pizarnik (Beatriz Viterbo Editora, Rosario Argentina. 1998) intenta “desempañar” el nombre de la poeta; acaso despejarla de tanta adjetivación oscura que los seguidores y la propia Pizarnik urdieron en su derredor: “pequeña náufraga”; “niña extraviada”; “ángel harapiento”. Aira acarrea hipótesis que intentan separar el díptico vida-obra: recurre a la perspectiva desde el corpus poético pizarniano, aunque subraya las muchas contradicciones que la poeta vivió y escribió. Aira, en vías de otorgar al texto un carácter de no concesión trae a la luz comparaciones con dos exponentes surrealistas latinoamericanos: Olga Orozco y Enrique Molina, amigos íntimos de Alejandra y que la sobrevivieron; considerados superiores por parte de Aira quien no oculta cierto resentimiento hacia una poeta auténtica que no quiso “más que ir hasta el fondo”. ¿Yace la “culpa” en la difusión global de la obra de Pizarnik o en ser el estandarte de la poesía contemporánea argentina, incluso hispanoamericana? (Algunos han sido más prolíficos –incluido Aira- y no han recibido la misma difusión que Alejandra Pizarnik).
Es falso aseverar que Pizarnik era pretenciosa. Ella trabajó y se desgarró para construir una obra de calidad. Sí, estaba segura y se jactaba de su talento, sin embargo, llegó el punto en que funde vida y poesía no importándole más escribir poemas buenos. Sólo se limitaría en crear poesía: lo bueno y lo malo consistían en parámetros demasiado terrenos, exiliados de su obra.

Aun cuando se intente despejar vida y obra, en su caso es imposible. Alejandra Pizarnik abundó desde los inicios la estética surrealista, influenciada mayormente por la obra de Artaud y de Breton. (Uno de los preceptos del movimiento surrealista será la fusión de la vida del poeta con la obra poética). Alejandra, sin embargo, fue todavía más allá al experimentar el tema del desdoblamiento y tener conciencia de lo que le “costaría” hundirse en los engañosos territorios de la Palabra (acaso los antecesores no vislumbraron la autodestrucción que llevarían a cabo). Pizarnik supo que “pagaría” con su vida elevar a lo más alto su creación y no le importó, prosiguió el camino.
Difícilmente se obtendrán respuestas concretas cuando se invoque el nombre o la obra de Alejandra Pizarnik. Ella encajaba a la perfección en el molde de malditismo y locura que otrora dieron pauta Rimbaud, Baudelaire, Ducasse, Hölderlin, entre otros. Se esperaba que los Diarios desvelaran el “misterio” de su perenne sufrir, sin embargo, los terrenos vedados por el mito jamás fueron ocultados por ella: su lesbianismo, su adicción a los fármacos, su opinión -radical- sobre la literatura contemporánea y una supuesta violación que según muchos es insinuada en diversos pasajes de los Diarios. Al igual que Rimbaud y Trakl -otras dos grandes influencias-, el discurso pizarniano nunca cejó cierto coqueteo con la abstracción pero, tampoco transitó la sencillez. Otro asunto es, el epílogo de vida, cuando hubo palpado la locura -muy parecido a Hölderlin- su creación devino hermética, indescifrable. Pero ¿quién ha podido penetrar en totalidad las mentes y almas de Van Gogh, Sade, Nerval..?

Artículo publicado en el suplemento cultural Tiempo Libre de Diario del Istmo. Domingo 8 de enero de 2006.
(Florentino Fuentes. Coatzacoalcos México 1978. Fotógrafo, poeta, ensayista y traductor. Cursó Realización Cinematográfica en el LIFS Londres Inglaterra y UCLA Los Angeles California; Historia del Arte en la Université du Paris IV – Sorbonne; Letras Hispanas en la Universidad de Buenos Aires)

1 comment:

PATRICIA VENTI said...

hola, me gusta esta reflexion. Un saludo, Patricia Venti

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